🟦 PRIMER CICLO(6ta entrega):MUJERES HISTÓRICAS.

🌈Docentes: ✔ Acuña, Daiana (1º)
                     ✔Macciocco, Gabriela (2º)
                     ✔Bossio, Verónica (3º)

Fecha de entrega: 06/07 AL 13/07


  
           El Congreso de Tucumán el 9 de julio de 1816 aprobó la Declaración de la Independencia de las Provincias Unidas en Sud América del rey Fernando VII, sus sucesores, metrópoli y de toda otra dominación extranjera. La independencia significó, para las Provincias Unidas del Río de La Plata, la separación definitiva de la Corona española y el camino hacia la formación del Estado Nacional, que se concretó con la sanción de la Constitución Nacional Argentina de 1853.
                                             Francisca Bazán de Laguna.

Tucumán (Argentina), 1740 – 1823. Dama patricia, benefactora.
Descendía por la rama familiar paterna del conquistador español Juan Gregorio Bazán y de Juan Ramírez de Velazco, fundador de La Rioja. Era hija de Juan Antonio Bazán y Figueroa y de Petrona Esteves.
El 1 de enero de 1762 contrajo matrimonio, en San Miguel de Tucumán, con Miguel de Laguna. Fueron sus hijos Fray Miguel Martín Laguna, cura y vicario de Trancas, Juan Venancio, Joaquín, Nicolás Valerio y Nicolasa de Laguna y Bazán.
   Esta venerable dama de la sociedad tucumana residió como propietaria en la casa solariega que luego sería la sede del Congreso Nacional que declaró la independencia de la República Argentina el 9 de julio de 1816. Cuando se planteó la necesidad de un sitio acorde para la celebración de la reunión, ofreció y cedió, desinteresadamente, su vivienda, una típica casona colonial ubicada en la calle de la Matriz, y ella se trasladó a una residencia contigua también de su propiedad.
   Incluso permitió la realización de reformas y modificaciones constructivas para agrandar el recinto destinado al desarrollo del congreso.
  Finalizada la etapa tucumana del congreso, la residencia volvió, nuevamente, a las manos de su dueña. Con posterioridad, la casa pasó a la familia Zavalía. En 1872 fue comprada por el gobierno nacional, que la utilizó como despacho para oficinas de correos y juzgados. En 1903 fue demolida, salvo la sala de reuniones del congreso. En 1941 se dispuso, por ley, su reconstrucción. La casa de la Independencia es actualmente un monumento histórico nacional.

Juana Moro, “la Emparedada”

   Nacida en San Salvador de Jujuy, Juana Moro habría de abandonar sus pagos allá por 1802, una vez consumado su matrimonio con el coronel Jerónimo López, con quien se estableció en la ciudad de Salta. Claro que Juana no tardaría en hacer sus buenas migas allí, así como tampoco sus alianzas.

  Las llamadas “mujeres de la independencia”, una red de espionaje femenina creada por la mismísima Juana Moro. Aquella, que por cierto,  dolores de cabeza la ha traído a los invasores. El propio Joaquín de la Pezuela, jefe realista, acabaría por informarle al virrey del Perú sobre la situación: “Los gauchos nos hacen casi con impunidad una guerra lenta pero fatigosa y perjudicial. A todo esto se agrega otra no menos perjudicial que es la de ser avisados por horas de nuestros movimientos y proyectos por medio de los habitantes de estas estancias y principalmente de las mujeres, cada una de ellas es una espía vigilante y puntual para transmitir las ocurrencias más diminutas de éste Ejército” 
Envuelta en humildes y rústicas vestimenta, iba y venía montada a caballo, espiando los movimientos enemigos. Hasta que la pobre fue descubierta y apresada. Hasta la obligaron a cargar pesadas cadenas para que delatara a los suyos, pero Juana no lo hizo. Sin embargo, aún le aguardaba una condena mayor: morir tapiada en su propia casa. Imagínese usted, perecer de inanición entre cuatro paredes, devorada por el tiempo. ¡Piedad! Y no faltó quien se la tuviera. Se trató de una familia vecina, la cual no tuvo mejor idea que horadar una de las paredes de la casa para proveerle víveres con los que sobrevivir. Y así lo consiguió, hasta que los patriotas lograron expulsar a los realistas y liberarla. Para entonces, tras aquella historia de supervivencia pared mediante, Juana Moro ya era conocida como “la Emparedada”.

        🎬Conozcamos mejor a Juana:
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          Macacha Güemes.
                         
Magdalena (Macacha) Güemes de Tejada. Hermana del general Martín Miguel de Güemes, de cuya acción en pro de la independencia fue eficaz colaboradora. Nació en Salta el 11 de diciembre de 1787 y era hija de María Magdalena Goyechea y de la Corte y Gabriel Güemes Montero, tesoro de la Real Hacienda. Recibió la educación habitual para las mujeres de su época y oposición, pero poseía cualidades propias que le permitieron descollar en un medio rico en mujeres de personalidad.

               


   El 24 de octubre de 1803 se casó con Román Tejada, perteneciente a una antigua familia de Salta.

   Poco después de la Revolución de Mayo, convirtió su casa en taller para confeccionar ropa para los soldados de la partida de observación organizada por su hermano. A partir de entonces fue su más entusiasta colaboradora, y supo sacar partido de su inteligencia y su posición para desempeñar tareas arriesgadas, especialmente cuando los realistas ocupaban la ciudad de Salta y Güemes los combatía por todos los medios.

   Dotada de habilidad política, la puso al servicio de su hermano en los momentos difíciles, como en 1815, cuando gracias a sus gestiones se llegó a la paz de los Cerrillos, luego de la delicada situación surgida entre Güemes y las fuerzas de Buenos Aires al mando del general Rondeau. Güemes se encontraba con ella cuando una partida realista lo atacó e hirió, en Salta, el 7 de junio de 1821, causándole la muerte en pocos días después. Macacha continuó participando en los sucesos políticos de la provincia, con la audacia que la caracterizaba.

Fue muy querida por el pueblo debido a la generosidad con que ayudaba a los necesitados.

Falleció en Salta el 7 de junio de 1866.

🎬Veamos este hermoso vídeo de la infancia de Magdalena:



 María Loreto Sánchez Peón de Frías

 María Loreto Sánchez Peón de Frías había nacido el 3 de enero de 1777 en la ciudad de Salta.  Su padre, natural de Asturias, era comerciante, y se llamaba Ramón Sánchez Peón, mientras que su madre había sido doña María Antonia Ávila.

    Su protagonismo proviene de cuando las fuerzas realistas invadieron y sometieron durante varios años las tierras que abarcaban las provincias de Salta y Jujuy, en épocas del general gaucho Martín Miguel de Güemes.  Ya en 1812, año en que se produce la invasión española a Salta, un verdadero ejército invisible, de imposible detección, hacía de las suyas a favor de la causa patriótica de liberación.  Las hermosas damas de la sociedad salteña en una actitud noble y heroica, se pusieron rápidamente bajo las órdenes de Güemes, estableciendo una insospechada red de espionaje que hizo estragos entre las filas realistas.

   A María Loreto Sánchez Peón le fue encomendado, en primer término, sacarle información al enemigo cuando las fiestas que  la alta sociedad salteña hacía junto a la oficialidad del ejército de España, verdaderas tertulias en donde solían concretarse futuros casamientos hispano-salteños.  Entre las primeras colaboradoras que tuvo Sánchez de Peón, encontramos a sus amigas de máxima confianza, doña Juana Moro de López, Petrona Arias y Juana Torino.

    La información recopilada y proporcionada por la heroica patricia para las tropas criollas, le valió ser distinguida como Jefa de Inteligencia de la Vanguardia del Ejército del Norte, cargo que ocupó desde 1812 hasta 1822, es decir, durante toda la épica de la guerra gaucha.  En esos diez años logró perfeccionar la red de espionaje, conformando cuadros de “bomberas”, o sea, mujeres dispuestas como María Loreto Sánchez Peón a infiltrarse en las filas enemigas, con inteligencia, discreción y eficacia, para obtener la mayor cantidad de datos posibles.  Y tan prolífica fue su labor que llegó a tomar contactos hasta con la legendaria Juana Azurduy de Padilla.


Josefa Tenorio

  Esta es la breve historia de Josefa Tenorio, negra, esclava y guerrillera cuyo heroísmo no puede pasar desapercibido por la historia.

  Esclava de Gregoria Aguilar, cuando se enteró que, de ganar la guerra los realistas, todos los esclavos que habían sido declarados libres volverían a la esclavitud, decidió alistarse para prestar servicio en los Ejércitos de la Patria. Para ella su sexo no era impedimento para ser útil en las filas. Una vez llegada al campamento de El Plumerillo se le proveyó de uniforme de hombre, sable, pistola y montando su propio caballo se alistó en las fuerzas del general Juan Gregorio de Las Heras, quien le confió una bandera para que la llevase con honor. Agregada al cuerpo del comandante general de guerrillas, Toribio Dávalos, sufrió todo el rigor de la campaña.
Participó del Cruce de los Andes, y también integró el Ejército Libertador al Perú, sirviendo heroicamente a la Patria en numerosas batallas.
En carta dirigida al general José de San Martín, en 1820, le pidió que examinara su expediente para que se le concediera la libertad. El texto de la misma es el siguiente”
“Señor: Josefa Tenorio, esclava de doña Gregoria Aguilar, ante Vuestra Soberanía con el más profundo respeto digo: que tengo prestados mis servicios personales a la madre Patria con el valor de que no todos los hombres son capaces, así es que apenas rugió el rumor de que el enemigo común volvía en setiembre del año pasado a querer esclavizar a los habitantes de esta capital de los libres, cuando me visto de hombre y corro presurosa a recibir órdenes, y tomar un fusil, en efecto, se me alista en Palacio, con sable y pistola, y con los nombrados voluntarios para consultar el fuerte, patrulleo, ronda y no me excuso a la fatiga. Luego salgo a campaña en mi propio caballo y el señor General en Jefe Gregorio Las Heras me confía una bandera para que la sostenga y defienda con honor, agregándome en el punto de Manzanilla al cuerpo que mandaba el señor Teniente General Toribio Dávalos, a las órdenes de ese acreditado jefe sufro el rigor de la campaña y concurro con acreditado desempeño al sitio de los Castillos del Callao y sus fuertes tiroteos, y a las acciones tan reñidas que dimos en San Borja, Chacra Alta, Copacabana y Puruchuca (1820-21). Mi sexo no ha sido impedimento para ser útil a la patria, y si en un varón es toda recomendación de valor, en una mujer es extraordinario tenerlo. Suplico a Vuestra Soberanía que examine lo que presento y juro. Y se sirva declarar mi libertad que es lo único que apetezco – Josefa Tenorio, esclava de doña Gregoria Aguilar”.
  A comienzo de noviembre de ese año el general hizo lugar a lo solicitado disponiendo que se le tenga presente a la suplicante en el primer sorteo que se haga para la libertad de esclavos. Se desconoce si esa libertad le fue efectivamente concedida.
 No se sabe dónde y cuándo nació Josefa Tenorio, y tampoco se han hallado registros de su fallecimiento. Quizás la única prueba de su existencia sea la carta que le enviara al general José de San Martín.

📚ACTIVIDADES:

😉1º GRADO:
a) Listar los nombres de las mujeres que de esta entrega que participaron en nuestra independencia.
b) Dibujar a la mujer que te resultó más interesante.
😗2º GRADO:
a) Responder: ¿Conocías a alguna de estas mujeres?,¿Dónde escuchaste nombrarlas?
b)Dibujar a la que más te llamó la atención.
😏3º GRADO:
a) Responder: ¿Quién era Doña Francisca?, ¿Qué tuvo que ver esta mujer con nuestra independencia? 










LAS ACTIVIDADES ENVÍALAS A TU SEÑO: 

2do    gabrielamaccioccoescuela62@gmail.com 
3ro bossioveronicaescuela62@yahoo.com  

                                                                                                                   ¡¡¡ SALUDOS FAMILIA!!!

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